Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://flynnjkew773402.look4blog.com/76351998/análisis-táctico-del-momento-del-cabezazo-de-zidane